Elden Ring es un juego tan maravilloso y especial, lleno de vida, muerte y secretos a lo largo de su basto mundo como un desastre a nivel técnico.

  

Empezando por la mayor crítica que puedo hacerle y que más me ha desesperado: da igual el ordenador que tengas, si el juego quiere que tengas stuttering, lo tendrás. Sin importar la zona, la carga gráfica o la animación que haya en pantalla, el juego está muy mal optimizado y es imperdonable para el año en el que estamos y arrastrando tantos años de desarrollo y experiencia. Por otro lado, no añadir soporte ultrawide ni permitir que se añada de forma externa por culpa de la protección Easy Anticheat me parece otro craso error difícilmente perdonable.

  

Ahora bien, vamos con el resto de aspectos, que si entran en una calificación notable-sobresaliente: La jugabilidad no es más que una ligera evolución de anteriores Souls, pero eso no quita que sea perfectamente disfrutable, sobretodo en mundo abierto con el añadido de Torrentera y del sigilo (el cual deja un poco que desear, pero se agradece). La facilidad para ir usando builds según te convengan en el momento es otro punto a agradecer, al final tienes mucho margen de maniobra para afrontar las diversas dificultades que vayan apareciendo a lo largo del viaje.

  

Algo que sí me parece cuestionable es la variedad de jefes, donde da toda la impresión de que FromSoft ha preferido elegir la cantidad a la calidad. Molesta ver que hay que combatir una y otra vez contra exactamente el mismo jefe con el que peleaste hace 2h, el 80% de los jefes y enemigos son de la misma especie pero con una skin nueva, al final no se libran ni los jefes principales, de los cuales solo 4 no son skins actualizadas de otros jefes. Eso sí, no quita que haya combates inolvidables e inigualables a lo largo del juego.

  

El storytelling es prácticamente el mismo que vivimos en el resto de Souls, tenemos que prestar atención a todos los detalles que vamos encontrando tanto en los NPCs, como enemigos, paisaje y objetos. El worldbuilding que tiene el juego es espectacular, diria que prácticamente único, se sincroniza a la perfección con el lore del juego.

  

Ya por último, la banda sonora es tremenda, Tsukasa Saito ha hecho un trabajo envidiable e inmejorable.

  

En resumen, no es un juego sobresaliente, por desgracia el apartado técnico adolece la nota, pero se queda rozando la perfección a nivel de diversión, que es lo importante en el mundo de los videojuegos.

Elden Ring es un juego tan maravilloso y especial, lleno de vida, muerte y secretos a lo largo de su basto mundo como un desastre a nivel técnico. Empezando por la mayor crítica que puedo hacerle y que más me ha desesperado: da igual el ordenador que tengas, si el juego quiere que tengas stuttering, lo tendrás. Sin importar la zona, la carga gráfica o la animación que haya en pantalla, el juego está muy mal optimizado y es imperdonable para el año en el que estamos y arrastrando tantos años de desarrollo y experiencia. Por otro lado, no añadir soporte ultrawide ni permitir que se añada de forma externa por culpa de la protección Easy Anticheat me parece otro craso error difícilmente perdonable. Ahora bien, vamos con el resto de aspectos, que si entran en una calificación notable-sobresaliente: La jugabilidad no es más que una ligera evolución de anteriores Souls, pero eso no quita que sea perfectamente disfrutable, sobretodo en mundo abierto con el añadido de Torrentera y del sigilo (el cual deja un poco que desear, pero se agradece). La facilidad para ir usando builds según te convengan en el momento es otro punto a agradecer, al final tienes mucho margen de maniobra para afrontar las diversas dificultades que vayan apareciendo a lo largo del viaje. Algo que sí me parece cuestionable es la variedad de jefes, donde da toda la impresión de que FromSoft ha preferido elegir la cantidad a la calidad. Molesta ver que hay que combatir una y otra vez contra exactamente el mismo jefe con el que peleaste hace 2h, el 80% de los jefes y enemigos son de la misma especie pero con una skin nueva, al final no se libran ni los jefes principales, de los cuales solo 4 no son skins actualizadas de otros jefes. Eso sí, no quita que haya combates inolvidables e inigualables a lo largo del juego. El storytelling es prácticamente el mismo que vivimos en el resto de Souls, tenemos que prestar atención a todos los detalles que vamos encontrando tanto en los NPCs, como enemigos, paisaje y objetos. El worldbuilding que tiene el juego es espectacular, diria que prácticamente único, se sincroniza a la perfección con el lore del juego. Ya por último, la banda sonora es tremenda, Tsukasa Saito ha hecho un trabajo envidiable e inmejorable. En resumen, no es un juego sobresaliente, por desgracia el apartado técnico adolece la nota, pero se queda rozando la perfección a nivel de diversión, que es lo importante en el mundo de los videojuegos.